martes, 1 de abril de 2014

El aterrador vídeo de la niña fantasma en el cementerio. Ciudad de México

Un equipo televisivo logró filmar una estremecedora secuencia de imágenes. En ellas aparecía el presunto espectro de una niña que llorando por su madre, al costado de una tumba.

De entre las numerosas imágenes de presuntos fantasmas o apariciones espectrales que circulan actualmente en el ciberespacio, conviene revisar de nuevo una sorprendente y aterradora secuencia de imágenes que fueron captadas hace un par de años por un equipo de un programa de televisión mexicano en un cementerio de la capital azteca y que se ha transformado ya en una especie de “clásico” de registros audiovisuales de fantasmas.

La grabación, realizada en el marco de la primera temporada del programa televisivo Enigma 900, que se dedica a desentrañar misterios, enigmas y fenómenos paranormales, no había sido accidental. Los productores del espacio, alertados por algunos reportes de supuestas apariciones de espectros en un cementerio de Ciudad de México, habían decidido emitir un programa especial de fantasmas. Para ello enviaron al lugar a un equipo de filmación, encabezados por Facundo, el animador del programa y uno de los rostros más conocidos de la televisión azteca.

El equipo periodístico llegó al camposanto pasadas las 12 de la noche, y se puso de inmediato a recorrer los panteones del cementerio en busca de algún registro sobrenatural. Durante mucho rato sólo pudieron grabar sombras y el aplastante silencio del lugar pero, pasadas las 01.30 de la madrugada, los recién llegados quedaron helados de espanto. Estaban escuchando el inconfundible llanto de una niña, que al parecer clamaba de pena por la ausencia de su madre.

El equipo siguió el sonido de los gimoteos y se encontró a pocos metros de la persona o la entidad que los emitía. Se trataba de una niña de unos 10 a 12 años, que aparecía inclinada sobre una de las tumbas. El conductor se animó a hablarle, logrando que está girara su cabeza y mirara directamente a la cámara. Su rostro, y sobre todo sus ojos, fueron verdaderamente un sinónimo de espanto.
Miedo y curiosidad

El conductor del espacio recuerda que lo que sintió en ese instante fueron dos cosas: miedo cerval y curiosidad periodística. “Todo fue muy sorpresivo. Estaba muy oscuro y estábamos recorriendo las tumbas y mausoleos con la cámara encendida, buscando algo. Cuando escuchamos el llanto de la niña y después la vimos mi primera reacción fue de terror. Para descartar que se trataba de alguien real me animé a hablarle y le pregunté porqué llamaba a su madre y qué hacía sola a esas altas horas de la noche en el cementerio. 
Pero no me contestó y nosotros preferimos irnos, porque el miedo era mucho”.

La posterior emisión de la grabación del fantasma de la niña fue grito y plata en el programa y se reprodujo profusamente en numerosos portales de Internet en todo el mundo. Sin embargo, como suele ocurrir, las imágenes desataron la inevitable controversia. Para algunos se trataba sólo de un montaje realizado por el mismo programa, lo que se evidenciaría en la desenvoltura y tranquilidad con que el animador le habló al presunto fantasma. Para otros, en cambio, era uno de los mejores y más aterradores registros visuales y sonoros de fantasmas jamás realizados.
Por Hector Fuentes

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